¿Habéis jugado alguna vez a ese juego en el que te imaginas la vida de las personas?
Su edad, su vida secreta, su nombre…
Me pasa con mi vecino, un niño pequeño, vamos a llamarle Jordi.
Mi sueño es ligero, y me despierta cualquier cosa, los gritos y chillidos por ejemplo.
En España las paredes son finas, y se escucha de todo.
El finde pasado escuché gritos y un niño llorando. Era inevitable escucharlo, no me dejaban dormir… Y no era la primera vez, pero esta vez me llamó la atención.
Mi habitación da justo a la habitación de Jordi, este niño debe tener unos 3 o 4 añitos, no más.
Era un padre, aparentemente agobiado un sábado por la mañana, gritando a sus 2 hijos varones.
“Le vas a ir a llorar a tu puta madre”
“¡Que te calles! ¡Que me tienes hasta los huevos!”
El niño lloraba asustado, se acababa de despertar. Supongo que para un niño (ni para un adulto) no es bonito despertarse con gritos, y menos de su padre. De su héroe…
Le decía al otro niño: ¡Este! Que se ha levantado tonto hoy.
¡Qué te calles! Le repetía…
El niño lloraba más fuerte. Asustado. ¿Pero quién no va a ponerse a llorar así?
¡Me tienes harto! ¡Eres gilipollas!
-… (ruidos)
-… (golpes en la mesa)
¿Cuánta frustración puede haber dentro de un padre para llamar a un niño pequeño así?
Por no despertarse pronto un sábado por la mañana, por no despertase callado, de buen humor..
De pequeña me acuerdo que mi madre me llamaba “mija” Que es un abreviado de “mi hija”.
Mi, mía, con amor.
Mi padre (me trata de usted) me decía: Mija, dígame la verdad… Sí me quiere?
-Sí, te quiero.
¿Cuánto?
-Ida y vuelta al cielito…
querer, de amar, dícese del que ama.
¿Qué tanto pueden influir las palabras de los padres en los hijos?
Estuve investigando y encontré textos como este:
Hay un dicho que dice de tal palo, tal astilla, y eso justamente es lo que puede llegar a pasar con un niño que desde que comenzó su vida ha visto y recibido malos tratos por parte de alguno o ambos progenitores.
“El niño va almacenando información conforme va creciendo y reflejará en los demás todo aquello que ha vivido. Toda esa experiencia va a transformar en un determinado adulto al niño maltratado, al igual que un niño que se desarrolla en un ambiente normal desarrolla su personalidad normalizada”.
Pensaba que tal vez Jordi podía ser de mayor profesor, o artista. ¿Pero qué pasa cuando de tu propio padre recibes insultos siendo tan pequeño?
¿Qué pasa con la sensibilidad de Jordi, con sus sueños..
¿Qué pasa si Jordi lleva esa frustración al colegio y les pega a sus compañeros, si lo marginan, si le hacen bullying y después se vuelve un antisocial, drogadicto, o delincuente?
¿Qué pasa si un día conoce a una chica, se enamora, y ella lo rechaza?
¿Qué pasa si alguien lo vuelve a llamar gilipollas?
Hago este texto como reflexión. La violencia no está tan lejos como creemos. A veces solamente nos separa una pared.
@gabbyrucci